El volcán de Guatemala que nunca duerme
Descubre el asombroso Volcán de Fuego en Guatemala y vive la experiencia de sus erupciones desde Acatenango.
Para los amantes de la naturaleza, un destino imperdible es el Volcán de Fuego, un lugar que se puede visitar y estar cerca de la tierra en su estado más crudo. El gigante que nunca duerme se encuentra en Guatemala y a continuación te compartimos lo que debes saber de este lugar.
Ubicado cerca de la histórica ciudad de Antigua, el Volcán de Fuego es el más activo de Centroamérica, con pequeñas erupciones casi diarias que ofrecen una experiencia difícil de replicar en otro lugar del mundo. Aunque su cercanía podría parecer peligrosa y causar un poco de miedo, la experiencia está diseñada para vivir este fenómeno de manera segura y controlada desde las alturas del vecino Volcán Acatenango, el cual tiene la mejor vista hacia el Fuego.
¿Dónde comienza todo?
La aventura comienza en el pequeño pueblo de La Soledad, donde inicia la ruta hacia el Volcán Acatenango. Las excursiones que se realizan diariamente suelen ser de uno o dos días. El ascenso de aproximadamente seis horas, es un desafío para el cuál se debe entrenar y no tomar a la ligera. A medida que se avanza, el paisaje va cambiando: primero, tierras agrícolas; después, bosques de coníferas envueltos en neblina; y finalmente, un terreno volcánico que parece de otro planeta.
Aquí, mientras el sol se oculta, las erupciones iluminan el cielo nocturno. Este espectáculo combinado con el entorno, crea un ambiente que es difícil de superar. El contraste de ecosistemas hace del camino una experiencia que no se encuentra en ningún otro lugar.
Una opción para principiantes
Para quienes buscan una caminata más ligera, existe la opción de realizar el primer tramo a caballo. Sin embargo, el último trayecto, el que lleva al campamento base con la mejor vista solo se puede hacer a pie.
Muchas empresas organizan estas expediciones e incluyen guías bilingües, tiendas de campaña, comidas y transporte desde Antigua. Es recomendable planear la visita entre noviembre y mayo, cuando las condiciones climáticas son ideales.
Dado que el Volcán de Fuego está en constante actividad, la seguridad es prioritaria. Es imprescindible consultar las actualizaciones oficiales sobre la actividad volcánica antes de la excursión, seguir las instrucciones de guías expertos y llevar el equipo adecuado.
También se recomienda no intentar llegar hasta el borde del cráter, ya que la zona es inestable.Este lugar es simplemente un recordatorio de lo pequeños que somos ante la naturaleza e invita a mantenernos conectados con ella. Siguiendo las precauciones, esta puede ser una de las mejores experiencias para compartir con amigos y familia.
Por: Lorena Domínguez Villarreal en colaboración con Hotbook