Menos Mal que el IMO daña pacientes impunemente
Por Samuel Pérez Rios Aldana.
Menos Mal que en Querétaro contamos con el Instituto Mexicano de Oftalmología, IAP. que opera desde enero de 1997 y ha establecido 4 unidades en el estado, San Juan del Rio, Santa Rosa Jáuregui y Jalpan de Serra. Este lugar había operado durante años con buenas referencias y con resultados positivos a sus pacientes.
Desafortunadamente en la actualidad se cuenta con una serie de anomalías que ponen en duda la efectividad de sus procedimientos y dañan la credibilidad del centro privado de salud, afectando su reputación.
Para muestra un botón que debería de representar un foco rojo enorme en el estado, inclusive a nivel nacional, pero que se minimiza para salvaguardar la integridad de los doctores y las instituciones involucradas. el IMO, el IMO, el IMO, el IMO, el IMO, el IMO, el IMO
El pasado sábado 20 de mayo del año en curso se presentaron 70 pacientes en las instalaciones del Instituto Mexicano de Oftalmología, IAP. (IMO) ubicados en la Av. Armando Birlain Shaffler de la ciudad capital queretana, para diagnóstico y tratamiento de diversas afectaciones con sus ojos, confiados en la reputación y los bajos costos de esta institución privada.
Según refieren los mismos pacientes atendidos en ese día, 33 de ellos resultaron con afectaciones serias en sus ojos por ser sometidos a una inyección intraocular que les cegó por completo, dejándolos en peor estado de cuando ingresaron a la clínica.
Siendo tantos casos nos abocaremos a uno para enfocar la magnitud del problema aclarando que se tiene contacto con varios pacientes que resultaron igualmente afectados.
La señora Adelina Rivera Nogués de 63 años, quien cuenta con cobertura del IMSS, sin antecedentes diabéticos ni hipertensión, presentaba un pequeño sangrado interno en uno de sus ojos, decidió acudir al IMO por lo tardado de la atención ofrecida por el Seguro Social, pues su cita tardaría 4 meses.
Dentro del hospital le realizaron la inyección intraocular resultando en la pérdida de visión para el día domingo 21 de mayo, por lo que se comunicó con el personal del IMO asignándole cita urgente para el lunes 22 a las 8 de la mañana.
Al llegar notó que habían 33 pacientes atendidos el sábado que como ella, tenían afectaciones debido al tratamiento recibido. la citaron en ayunas y fue atendida hasta las 8 de la noche cuando la sometieron a una cirugía láser urgente en la cual, sin consentimiento le implantaron un lente intraocular, o cuando menos eso fue lo que le informaron, quedando desde ese momento con una mancha negra en su ojo que le obstruye por completo la visión.
A decir de los pacientes recibieron de parte del IMO una atención muy buena, amable y constante, teniendo revisión diariamente durante los siguientes 15 días, pero sin ningún avance en la salud de sus ojos.
Mañosamente, cuando el personal del IMO detectó que no mejoraban y que las dudas, quejas y malestar entre los afectados crecía, los comenzó a citar en fechas y horarios distintos para evitar la interacción entre ellos, sin saber que ya habían formado un grupo de WhatsApp por el que continúan los informes y actualizaciones de cada paciente.
Al ver la nula mejoría los pacientes hablaron con abogados quienes se ofrecieron a demandar a la institución para que los indemnizara por los daños causados por un mal procedimiento médico efectuado en sus instalaciones, pero todos desistieron argumentando que no querían dinero, tan sólo que les solucionaran sus malestares.
La Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Querétaro presidida por el Dr. Genaro Vega Malagón, la cual tiene como visión Contribuir a mejorar los servicios médicos del Estado, procurando la protección del derecho a la salud de los individuos e incentivando el desarrollo de los sistemas de calidad y evaluación en las instituciones médicas, a través de la solución de controversias por medio de la conciliación y el arbitraje.
Desafortunadamente en la práctica, este está supeditado a procedimientos administrativos y reglas de operación que ponen en primer lugar a las instituciones de salud sobre la salud del paciente, por lo que sus regulaciones y conclusiones resultan inútiles.
Adelina Rivera acudió a las instalaciones de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Querétaro con una sola petición, el análisis y probable solución a su problema ocular por parte de alguna otra institución de salud, así como la sanción correspondiente al IMO y con la intención de que no le ocurra lo mismo a otras personas.
Dicha comisión tan solo la designo al Seguro Social donde le diagnosticaron desprendimiento de retina por la mala colocación de silicón para sujetar el lente intraocular implantado, por lo que deberá de sujetarse a una nueva cirugía esperando recuperar la mayor cantidad de visión posible. Pero como se ha comentado anteriormente las citas para oftalmología en el IMSS son sumamente tardadas.
¿No se debería de priorizar la salud del paciente y establecer que sea atendido en el Hospital General de Querétaro obligando al IMO a cubrir los gastos de su tratamiento?
Por este conducto solicitamos la intervención de la Secretaría de Salud del estado de Querétaro y a su titular María Martina Pérez Rendón para facilitar el tratamiento de los pacientes afectados en el Hospital General, quien cuenta con los especialistas y el equipo más avanzado del estado y bien podrían solucionar de una vez este problema.
Además solicitamos la intervención de las autoridades correspondientes para la investigación por negligencia médica del Instituto Mexicano de Oftalmología, IAP., que siendo una clínica particular queda fuera de su jurisdicción, pero que al afectar la salud de los ciudadanos queretanos bien se debería de sancionar o por lo menos obligar a reparar los tratamientos requeridos por los daños causados.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión del Portal que lo replica y pueden o no, coincidir con las delos miembros del equipo de trabajo de Panorama Queretano., quienes compartimos la libertad de expresión y la diversidad de opiniones compartiendo líneas de expertos profesionistas.