La crisis

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Movimiento “Congruencia por México”

En vísperas de los procesos electorales en nuestro país, las crisis políticas y partidistas son cada vez más recurrentes.

Y este proceso electoral, el del 2024, no es la excepción.

Esto mismo se vio en el proceso del 2018, con el ascenso de AMLO a la presidencia de la república y que, a la postre, marcó la degradación de otros partidos.

Hoy se repite. La crisis, La crisis, La crisis, La crisis, La crisis, La crisis, La crisis, La crisis

Lo de este lunes, no por ser esperado, deja de causar rubor.

Y no es por el número de los que se fueron – alrededor de 350 – sino por la calidad de los que emprendieron la graciosa huida.

Mire usted, quiénes fueron:

Miguel Ángel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo 2005, 2011; secretario ahí mismo de gobierno; secretario de desarrollo social y regidor; diputado federal y vicecoordinador de su grupo en la LIX legislatura; presidente del CDE de Hidalgo; delegado general del PRI en el estado de México y secretario de gobernación con Enrique Peña Nieto.

Eruviel Ávila, dos veces diputado local; dos veces presidente municipal e Ecatepec; gobernador del estado de México 2011-2017; presidente del CDE en esa entidad, pero también en la CDMX; senador en funciones.

Claudia Ruiz Massieu Salinas; diputada federal en la LXI legislatura; fue designada coordinadora de Derechos Humanos y Transparencia en el equipo de transición del entonces presidente Enrique Peña Nieto; secretaria de turismo; secretaria de relaciones exteriores, senadora de su otrora partido el PRI, pero además sobrina del presidente Carlos Salinas de Gortari.

También renunció la ex senadora Lilia Merodio Reza, chihuahuense, que había sido diputada federal del 2006, 2009; secretaria de desarrollo rural en su natal Chihuahua; todos ellos emigraron para darle forma al movimiento social denominado Congruencia por México.

Es, en la víspera de un proceso electoral, la mayor fractura que haya tenido el Partido Revolucionario Institucional.

Y no fueron pues, cualquier militante.

Y el boquete se lo atribuyen a Alejandro Moreno, Alito, a quienes tacharon de “narcisista político” y que desvió a ese partido de sus principios.

Entre los líderes que les siguieron, están ex alcaldes del Estado de México, dirigentes que fueron de ese partido.

A nivel Querétaro fue también pública la separación – así lo dijo – del Lic. Braulio Guerra Urbiola al partido, el PRI, en el que militó toda su vida política.

Puntualizó en esta separación:

“Con respeto a quienes militan en el PRI y con gratitud, agradezco las oportunidades que se me brindaron. De la misma manera, siempre trabajé dando todo mi esfuerzo, dedicación y trabajo en aras de sus ideales».

“Reconozco el valor y las enormes capacidades que muchas y muchos militantes del PRI tienen. En él se encuentran entrañables amigas y amigos a quienes estimo y admiro».

“En otras trincheras, igualmente, observo mexicanas y mexicanos con talento y altura de miras».

“México ha experimentado cambios profundos en su configuración política y social. Asociado con la realidad de nuestro país, decidí cerrar este ciclo, con mis principios y valores intactos». (Eso dice eh).

“El sistema de partidos, a nivel global, se encuentra en jaque y es fundamental reflexionar respecto a nuestro entorno presente y futuro».

“Así pues, siempre agradeceré los años que, desde mi profesión y vocación, me han llevado a servir”. Y lo firma, como no, Braulio Guerra Urbiola».

¿Fue este, el mejor momento para dar a conocer su separación? Tal vez no pero no deja de ser sintomático e hijo de los tiempos electorales que estamos viviendo.

Del futuro del movimiento social que denominaron “Congruencia por México” aquí nada se sabe aún.

En cuestiones de sucesión, del proceso electoral 2024, corre muy de prisa el tiempo y con resultados inéditos.

Aquí en el PRI de Querétaro, más que lamentarse, se pusieron a trabajar.

“Ocupémonos mejor, de lo que tenemos que hacer como partido y dejemos de lado a quiénes pactan con el oficialismo”, dijo ayer Abigail Arredondo, presidenta del PRI en Querétaro.

Y siguen mirando de frente, sin voltear al cercano pasado.