Menos Mal que el futbol nos une, por Samuel Pérez Rios.
Menos Mal que el deporte fortalece el espíritu, fomenta la sana convivencia y estructura el tejido social para promover la limpia competencia entre grupos de personas que con ímpetu deportivo miden fuerzas para competir bajo reglas y normas claras anteponiendo el respeto y el orgullo del deportivismo por si mismo.
Cuando desde niño te capacitas, te preparas y te esfuerzas para practicar un deporte, también aprendes a valorar, reconocer y respetar al oponente, identificar sus debilidades y medir sus fuerzas para poder doblegarlo, pero siempre con la premisa del respeto, pues has vivido en carne propia el esfuerzo y tiempo que conlleva lograr el nivel que cada quien posee.
Desafortunadamente al igual que sucede en muchos otros renglones, en la actualidad ya no existe ese espíritu sano de competencia entre muchos de los aficionados, cuando menos en el estado de Querétaro, quienes solo se unen con el pretexto del amor a unos colores que nunca han defendido en la cancha y solo es un pretexto para juntarse, en nombre del equipo, desde luego que con la fuerza que les da la banda, agredir a diestra y siniestra a aficionados rivales. futbol, futbol, futbol, futbol, futbol, futbol, futbol
No es la primera vez que la porra de los Gallos se ve inmiscuida en este tipo de actos reprobables en los que golpean y lesionan de gravedad y de manera cobarde a porras rivales a sabiendas de que los superan en más de 100 a uno y las probabilidades de verse superados son nulas.
Históricamente esta barra de rufianes son mal vistos en todos los estadios del país y muchos aficionados de otros estados como Monterrey, Ciudad de México, Toluca, Morelia y Guadalajara lo han vivido en carne propia, siempre saliendo campantes pues no existen medidas que los frenen ni penas que les den un escarmiento o de menos una muestra de castigo de parte de la autoridad.
Los hechos ocurridos en el Estadio Corregidora de Querétaro en el encuentro entre Gallos y Atlas, independientemente del saldo es reprobable desde cualquier ángulo, es un acto cobarde, humillante y que requiere un castigo ejemplar, claro y muy duro hacia cualquier participante que se demuestre que agredió, poco o mucho a alguien más.
Lo más aberrante es que los «cuerpos de seguridad» mas que intentar tranquilizar a la turba, propiciaron las condiciones para la golpiza de los adversarios y existen muchos videos que lo muestran. En ocasiones abriendo rejas, en otras tan solo observando con displicencia los salvajes ataques a personas que ya en el suelo e inconscientes, continuaban siendo blanco de patadas y golpes, como si el objetivo fuera quitarles la vida, asesinarlos, bajo el cobijo del anonimato.
Querétaro es noticia a nivel nacional pues la violencia en el estado ya paso al siguiente nivel. Se tiene que decir como es, son unos asesinos dispuestos a todo con tal de sacar su resentimiento social y su frustración personal, pues seguramente en su vida privada no tienen nada que les permita valorar la vida, la libertad y la salud física y mental.
Es tiempo de que la autoridad estatal tome cartas claras sobre el tema y termine de tajo con este problema que es y ha sido durante mucho tiempo una piedra en el zapato, el equipo de Gallos Blancos deja más vergüenzas y perdidas que satisfacción al estado, no queremos un pretexto más para que el Querétaro se vea envuelta en escándalos causados por unos cuantos salvajes sin cerebro.
Querétaro será catalogado, calificado y acusado por un puño de desadaptados que la autoridad competente, sea quien sea, no supo anticipar, controlar y reducir o separar para evitar el resultado que vivimos el día de hoy.
Es una excelente oportunidad para las autoridades de mostrar mano dura en contra de la impunidad. Identificar a los agresores es muy sencillo, las redes sociales están llenas de denuncias ciudadanas señalando a los participantes de la gresca, es tiempo de detenerlos y procesarlos como homicidas y condenarlos de una manera ejemplar.
El hecho ya está consumado y los resultados pueden agravarse a cada minuto, la sociedad exige castigos severos por que esto ya salió de control y no por un equipo por cierto muy mediocre en su desempeño y resultados, vamos a ensuciar el buen nombre de Querétaro que día a día construimos.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
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