Los deudores alimentarios, ¿por fin les llego la hora de pagar?, Utopía Política, por el Vigilante Urbano.
-A estos impopulares y miserables personajes parece, que ya no podrán actuar en la impunidad de la omisión de una responsabilidad contraída ante sus hijos, después del proceso de divorcio. Para desgracia de estos deudores alimentarios, la activista Mayra Alejandra Dávila Alvarado, fundadora de ADAX Digitales, quien también promueve en Querétaro la aprobación de la Ley Sabina, con el respaldo de otras agrupaciones femeninas. La Ley Sabina, quien promueve Diana Luz Velázquez, con el objetivo de castigar a los deudores alimentarios, de manera civil y penal.
Siempre en este proceso de separación, sale lo peor de muchos padres, y en ese afán de desquite contra la madre de sus hijos, quienes tomaron la valiente decisión de tramitar la separación de una relación tóxica. Los deudores, Los deudores, Los deudores, Los deudores, Los deudores, Los deudores, Los deudores
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En el proceso de la separación, hay una etapa que se le denomina como la “etapa de duelo” en este proceso, cada uno de los actores, ve de diferente manera el rompimiento, unos quizá, quedan con la impresión de no volver a relacionarse nunca más, pero otros van por venganza en contra de la ex pareja, y un recurso que esta más a la mano es cerrar todo compromiso contraído, como es el pago de la pensión, que consiste en proteger a los hijos económicamente.
El método no importa con tal de desquitarse de la madre de sus hijos, unos llegan a renunciar de sus trabajos, y alegar que no puede pagar, por no tener trabajo. Otros se hacen los desaparecidos, con la complicidad de sus familiares, quienes, cuando se les pide información para localizarlos para que se cumpla con lo acordado ante la ley, los parientes alegan, no saber nada.
Otros deudores alimentarios, huyen del país, nada importa para estos sujetos la suerte de sus hijos, para ellos, lo importante es que sufra la ingrata mujer, que se atrevió a desafiarlos.
En el proceso de la separación, las familias de los recién separados, no entienden que este es problema es de dos, y no una guerra de familias, y desgraciadamente cada familia, también saca también lo peor, y la mujer es veces es la más señalada como la villana, la que no supo entender a tan “incomprendido marido”.
Pero vayamos a un ejemplo para entender, hasta que grado se puede llegar con tal de no cumplir con sus hijos, este caso no es necesariamente un divorcio, pero finalmente si implica el pago de una pensión alimentaria, y el caso es el siguiente. Hace muchos años un profesionista casado, enamoro a una joven estudiante de una facultad de la UAQ, tiempo después el resultado de esta relación clandestina, nace una hija, pero la situación siguió sin complicaciones, y llego un segundo hijo.
Pero estas relaciones tarde o temprano se conocen, y la familia original del enamoradizo profesionista, descubrió la desleal relación, y como dice bien dice un famoso dicho… le paso lo que al perro de las dos tortas. Se vino la separación como resultado de la traición, y esto molesto mucho al infiel galán, que emprendió una visceral reacción en contra su amor clandestino, quien antes era, la reina de su corazón.
Estos hijos fuera de matrimonio, sobre todo el más chico, empezó a reclamar sus derechos económicos ante el irresponsable padre, quien tenía poder económico y propiedades, para librar tal petición. Pero el, pensó que detrás del llamado de su hija, estaba el asesoramiento de su ex princesa, y para eludir tal situación, paso sus propiedades nombre de sus hijos de su matrimonio, para alegar ante su hija fuera de matrimonio, que no estaba en condiciones para apoyarla.
Pero a veces el destino de alguna manera hace justicia, resulta que el tramposo padre, enfermo de gravedad y requería de dinero, fue con sus primeros hijos para que le devolvieran una de las propiedades y poder venderla y así librar los gastos de sus tratamientos y, oh, sorpresa, los hijos se negaron a cumplir con tal petición. Este caso, fue una justicia a medias, este padre perdió en este enredo lo que hizo de su vida, desprecio a unos hijos, y sus otros hijos se la cobraron.
Insisto, en este capítulo de las separaciones, nos mostramos tal como somos realmente, nuestras virtudes, nuestras miserias, y en muchos casos, hay quienes quedan con un gran resentimiento, y el deseo de venganza, sin entender que nada fue casual, y que se debe de entender, cual fue el papel de cada uno y porque se dio la relación, y no fue un mal día que se levantaron con el pie izquierdo, y olvidaron leer su horóscopo, donde les advertían, un mal día para relacionarse con alguien.
Utopía política, por el Vigilante Urbano.
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