Gusto y obligación

El buen servidor público tiene, por lo regular, su permio.

Y esto es – también por lo regular – volver a repetir en el cargo o bien, escalar el siguiente peldaño.

Para lograr esto, pueden coincidir en uno sola, varias virtudes: el gusto por el servicio público, pero también la obligación por el bien hacer el trabajo, encargo del ciudadano.

Pero, ¿Por qué viene esto al caso? Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto

Cuando estamos en la antesala de los destapes para los cargos públicos del 2024, la generalidad de los servidores públicos- y si seguir quieren – parecen apretar el paso, para que el ciudadano los siga apoyando, para que su partido se fije en ellos como un buen político, como una buena propuesta. Y que sea, además, competitivo en contienda. Ya ven como están las cosas.

Vamos a hablar del caso del alcalde de Querétaro, Luis Nava.

Creemos que le gusta lo que hace y apechuga su obligación por hacerlo.

Y no baja la guardia en el trabajo – su responsabilidad – pero tampoco deja que su equipo de trabajo se vaya a la milonga, “que al fin ya vamos a acabar” y el alcalde, además, no tiene ya manera de reelegirse.

Ninguna de las dos cosas ha pasado.

Para no ir tan lejos, baste ver lo que esta administración ha logrado en los últimos días. Y citemos solo lo más importante.

Hay un programa de trabajo al que le han puesto “Mi Querétaro lindo”, nombre de por sí muy atinado, porque nos lleva a una estrofa de la popular canción El Queretano. Sin embargo, más atinadas resultan las acciones que en este programa se realizan.

Se trata de embellecer, de hacerla funcionar, de mejorar la calidad de vida de los queretanos.

Y va no solo a la capital queretana, sino que se está yendo a sus comunidades, a aquellas en donde verdaderamente hacen falta muchas mejoras.

En esta semana brigadas de trabajadores del municipio estuvieron en la comunidad de Pie de Gallo. Están trabajadores de Servicios Públicos Municipales, Desarrollo Humano y Social, Movilidad y personal de trabajo de la Delegación, en este caso de Santa Rosa Jáuregui.

Y no están solos ni realizan lo que a ellos – presidente municipal, secretario y directores – se les ocurre. No, sino que toman el parecer de los vecinos, de las vecinas y escuchan, por obligación, la voz de la Presidenta del Comité Comunitario.

Así paso en Pie de Gallo.

“Este es un ejercicio de corresponsabilidad entre nosotros los ciudadanos y nuestras autoridades, para cuidar y mejorar la imagen de nuestra comunidad” dijo la señora Juana Paula Olvera Ortiz, la presidenta de este Comité Comunitario.

Ahí se hicieron trabajos de bacheo, se colocaron las nuevas luminarias que substituyeron a las fundidas, se propició el barrido de calles y se desmalezaron calles y lotes baldíos. Se implementó la recolección de tiliches – y viera cuantos salieron – se pintaron guarniciones, topes y banquetas.

Y en unos cuantos días, vieran como entre todos, le cambiaron la imagen a Pie de Gallo.

Esto viene a colación porque, si bien se está en la antesala de la designación de los candidatos a cargos populares, en este caso no aplica porque, por decisión del alcalde Nava, se quedará hasta terminar este encargo público, como presidente municipal.

Esa aplicación en realizar bien su trabajo, se ve reflejado en una generalidad de encuestas nacionales, que siguen ubicando al alcalde de Querétaro, entre los mejor ubicados entre los alcaldes de todo el país. Y en forma invariable, por lo general lo ubican en alguno de los tres primeros lugares nacionales.

La más reciente medición de Mitofsky, lo ubica como el tercer mejor alcalde en su género y el primero entre los municipios capitales de los estados, siendo además segundo de los alcaldes gobernados por el PAN a nivel nacional.

Esto y aquí – así lo sentimos – es señal que se le ha tomado gusto al servicio público y se tiene, además, la obligación de hacerlo.

Y hacerlo bien.