Comienza la temporada ciclónica en el Atlántico con pronósticos de normalidad
Este jueves será el inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico, la cual va a acercarse al promedio en número de ciclones.
Un área de baja presión sobre el noreste del Golfo de México con probabilidades de convertirse en un ciclón tropical antecede al inicio oficial el jueves de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, la cual, según los meteorólogos, va a acercarse al promedio en número de ciclones.
Área de baja presión en el Golfo de México puede ser la primera tormenta de la temporada.
El NHC informó que el área de baja presión cuenta con un 50% de posibilidades de convertirse en las próximas 48 horas en un sistema con nombre.
Un área de baja presión que avanza por el noreste del Golfo de México, acompañada de lluvias y tormentas eléctricas, puede convertirse en una depresión tropical de corta duración o una tormenta, la cual sería el primer sistema de la temporada de huracanes en el Atlántico que comienza este jueves.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami (Florida), informó este miércoles de que el sistema puede producir lluvia fuerte y vientos en ráfaga sobre zonas de Florida este fin de semana, pero la condiciones atmosféricas no parecen favorables para la formación de una depresión o una tormenta tropical en los próximos siete días.
Sin tormentas tropicales adelantadas en el calendario, como sí ocurrió en 2019 y 2020, años en los que las primeras se presentaron en mayo, se iniciará este jueves el periodo de seis meses en el que suelen registrarse ciclones en la cuenca del Atlántico.
Los pronósticos de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA) indican que de aquí al 30 de noviembre se esperan entre 12 y 17 tormentas con nombre con vientos máximos de al menos 62 kilómetros por hora.
Entre 5 y 9 de esas tormentas se convertirían en huracanes con vientos máximos de al menos 74 mph (119 km/h) y entre uno y cuatro de esos huracanes podrían escalar a la categoría de mayor (157 mph- más 252 km/h-), según la escala Saffir-Simpson.
Este año “esperamos un 40 por ciento de probabilidad de una temporada casi normal, un 30 por ciento de probabilidades de una temporada por encima de lo normal y un 30 por ciento de probabilidad de una temporada por debajo de lo normal”, dijo Richard W. Spinrad, administrador de la NOAA, al anunciar los pronósticos el pasado 25 de mayo.
Los meteorólogos de NOAA van a contar en esta temporada con un nuevo modelo de observación de huracanes que permitirá mejorar en un 15 por ciento la precisión de los pronósticos de trayectoria e intensidad con respecto a los modelos existentes.
Otra novedad es que el NHC amplió sus pronósticos del trópico de 5 a 7 días.
La temporada oficial de huracanes comienza este jueves en la cuenca atlántica con pronósticos que indican que el número de ciclones puede estar dentro del promedio y la incógnita de cómo afectará la presencia del fenómeno climático El Niño.
Después de cinco años ausente, El Niño va a desarrollarse en el Pacífico a partir de ahora y podría continuar “bastante pronunciado” el resto del año, según señaló a EFE Anthony Reynes, meteorólogo de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., de la que depende el NHC.
Los pronósticos de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA) indican que de aquí al 30 de noviembre se esperan entre 12 y 17 tormentas con nombre con vientos máximos de al menos 39 millas por hora (62 km/h).
Entre 5 y 9 de esas tormentas se convertirían en huracanes con vientos máximos de al menos 74 mph (119 km/h) y entre uno y cuatro de esos huracanes podrían escalar a la categoría de mayor (157 mph- más 252 km/h-), según la escala Saffir-Simpson.
En 2022 hubo 14 tormentas con nombre en el Atlántico, de las cuales Bonnie, Danielle, Earl, Fiona, Ian, Julia, Lisa, Martin y Nicole alcanzaron categoría de huracán.
El más peligroso fue Ian, que después de azotar al oeste de Cuba y los Cayos de Florida, tocó tierra el 28 de septiembre en el suroeste de la península floridana con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora y una marejada ciclónica de 5.1 a 6 metros.
Al menos 156 personas murieron a causa del paso de este huracán, solo en Estados Unidos, y los daños totales causados se calculan en unos 113.000 millones de dólares.
Con información de EFE